Todos los inviernos, con motivo de las fiestas de Navidad, el castillo de Chambord se ilumina de mil colores y hace brillar los ojos de todos sus visitantes. Para los más jóvenes, Chambord es como el monumento de un cuento de hadas por excelencia. En cuanto a los más mayores, ¡(re)descubren un lugar encantador!
Desde el 1 de diciembre, ¡decoraciones, iluminaciones y muchas más sorpresas!
Chambord ofrece un momento de otra época en un entorno idílico. Al igual que en años anteriores, las animaciones de Navidad animan la vida del castillo durante un mes.
Decoraciones: ¡Chambord se viste de mil colores!
Para esta nueva edición, los pasillos exteriores se decoran con un centenar de magníficos abetos que se iluminan desde el atardecer. El interior también se viste con majestuosos abetos y una suntuosa decoración. Desde la planta baja hasta la segunda planta, pasando por el porche de entrada, la famosa escalera de doble revolución y la capilla, el recorrido de la visita destaca por la magia de la Navidad.